Cómo hacer jabón de aloe vera sin sosa cáustica
La mayoría de jabones se elaboran con sosa cáustica, un componente que puede resultar no apto para la salud, manifestando en la piel ciertas anomalías tales como dermatitis, caspa o piel seca. Pero hay otras maneras de fabricar tu propio jabón natural y ecológico, aportando numerosos beneficios. Asimismo el aloe vera será uno de los ingredientes que favorecerá la protección de tu piel, suavizando, hidratando y regenerándola. En unComo te ofrecemos una receta sobre cómo hacer jabón de aloe vera sin sosa cáustica.
Necesitarás:
- 2 pastillas de jabón de glicerina o 250 gramos
- Pulpa de 4 ramas de aloe vera o sábila
- 4 cucharadas de miel
- 100 ml de aceite de oliva, o un aceite esencial
- Ralladura de limón, o un aceite esencial
- Bol
- Microondas
- Batidora
Pasos a seguir:
Primeramente, hazte con un bol apto para microondas en el que introducir dos pastillas de jabón de glicerina de 250 gramos. Después espera 3 o 4 minutos hasta que se derrita en el microondas. Mientras se calienta, detén el aparato algunas veces y abre la puerta para comprobar el aspecto que va tomando, y vuelve a encenderlo hasta que consiga derretirse.
A continuación añade en el bol con el jabón de glicerina derretido lo siguiente:
- Cuatro cucharadas de miel
- La ralladura de un limón o bien un aceite esencial deseado,
- La pulpa de cuatro ramas de aloe vera o sábila.
Entonces calienta 100 ml de aceite de oliva hasta que esté tibio, pero no ardiendo, para que así mantenga todas sus propiedades. Si lo prefieres, en lugar de aceite puedes usar unas gotas de otro aceite esencial.
Después mezcla esta combinación de ingredientes con una batidora a baja potencia mientras vas vertiendo por encima el aceite. Obtendrás una masa brillante con buen aroma, que debes introducir o bien en un molde cuadrado de plástico grande o varios moldes con la forma que deseemos para nuestras pastillas de jabón.
Por último, mete en el frigorífico el molde durante un día entero para hacer que la mezcla cuaje. Si has optado por un único molde grande, después podrás cortar la pastilla gigante en varios trozos para obtener varias pastillas de tamaño estándar. Sin embargo, si has recurrido a varios moldes pequeños, ya tienes tus pastillas terminadas.
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