El frottage (del francés “frotar”) es una técnica artística que consiste en frotar un lápiz o pintura sobre un objeto a través de un papel con el fin de obtener su textura y su forma. Es una práctica ideal para los niños ya que fomenta su curiosidad, observación del entorno y sensibilidad. Si quieres entretener a tus niños con un juego divertido, anímalos a hacer un frottage.
- Papel fino (hasta 100 gr. aprox.)
- Lápiz, carboncillo o lápices de colores
- Objetos rugosos o texturados
Recoge y busca materiales de diferentes texturas: onduladas (cartón, espiral), rugosas (la hoja de un árbol), ciertos cristales o materiales que hayan sido grabados o fundidos en bronce (medallas).
Coloca sobre el objeto un papel preferentemente fino (hasta 100 gr. aproximadamente). Asegúrate de fijarlo bien sobre el objeto para que no se mueva.
Si vas a calcar superficies verticales puedes sujetar el papel con un poco de cinta adhesiva.
Coge un lápiz, carboncillo o lápices de colores y pinta sobre el papel presionándolo contra el objeto como si frotaras. De esta manera obtendrás un bonito dibujo con la textura y la forma del objeto.
Para lograr resultados más artísticos, ves cambiando de colores y combinando texturas de distintos materiales.
Si te apetece, puedes hacer un dibujo y colorear cada zona mediante esta técnica, empleando una textura diferente para cada elemento: madera para la mesa, cristal para la ventana, etc…
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- En la cocina encontrarás utensilios prácticos para hacer frotagge, como un rayador o la cáscara de algunos frutos.